CRISIS FINISECULAR Y SIGLO XX: POESÍA Y TEATRO
5.1. Simbolismo y modernidad poética: autores más relevantes.
SIMBOLISMO Y MODERNIDAD POÉTICA:
AUTORES MÁS RELEVANTES
A finales del S. XIX surgió lo que podría llamarse
literatura moderna, es decir, un cambio
radical en todo lo que había guiado
a la literatura en los siglos
anteriores. Ahora se experimentará por nuevos caminos y se propondrán
nuevas formas de expresión. Aunque
hay varias corrientes que coinciden en el tiempo (Realismo y Simbolismo,
por ejemplo), surgen una serie
de corrientes que comparten ciertas características:
•
Rechazo a la sociedad burguesa.
•
Rebeldía individual y social, defensa
de la absoluta libertad.
•
Prima el arte por el arte, la creación de la belleza
frente a la poesía útil y
comprometida.
•
Retorno a un nuevo intimismo, con rasgos de neorromanticismo.
•
Reacción frente al Realismo en el arte;
más que descripciones claras y precisas se busca la sugerencia, el símbolo.
Las corrientes estéticas en las que se plasman estas características son el
Parnasianismo, el Simbolismo y el Decadentismo.
Parnasianismo
Corriente que evoluciona a partir del Romanticismo tardío,
al que reprocha sus excesos. También se opone al Realismo y al Naturalismo por su forma de
exponer la realidad. Ellos prefieren
la preocupación por la forma y el arte por el
arte. En sus poemas tratan a menudo
lo exótico, la Antigüedad clásica,
lo oriental. Influyeron en el Modernismo. Su principal representante es Leconte de Lisle.
Simbolismo
Nació en Francia a finales del S. XIX como reacción
a los movimientos precedentes y se apoyó en Baudelaire. Sus principales representantes fueron Verlaine, Rimbaud
y Mallarmé. Se considera el punto de partida del movimiento el manifiesto de Jean Moréas en 1886. Ese año fue importante porque también se publicaron las obras de Rimbaud, de Mallarmé y de otros simbolistas.
El Simbolismo sólo se manifiesta en poesía y mantiene algunos
rasgos del Romanticismo, como la vuelta a la subjetividad individual
y a la idea del poeta como un ser inadaptado en la sociedad. Buscan nuevas formas
de conocimiento mediante la intuición, por eso creen
que las imágenes
son el medio fundamental para llegar a las sensaciones. Así se entiende
el uso del símbolo (técnica de aludir a realidades complejas
como la muerte, la soledad o
el tiempo, evocando
objetos, ideas o sensaciones). Usan el verso libre y la
sinestesia como recurso
fundamental.
Decadentismo
Corriente poética
que viene del Simbolismo, pero se caracterizar por el refinamiento y la melancolía. Buscan la evasión
de la realidad a través
del exotismo y los tiempos pasados.
Admiran la fase de decadencia
de las antiguas culturas, como Alejandría o Bizancio. Se ven como seres elegidos pero incomprendidos, por eso se refugian
en la melancolía y el pesimismo. Como representantes más destacados estarían
Oscar Wilde y D’Annunzio.
AUTORES
Poetas malditos
Charles Baudelaire: es el poeta más importante del período. Fue un
incomprendido pues rompió con todo lo establecido. Su vida fue desordenada
y conoció de cerca los bajos fondos. Su aportación fundamental fue Las flores
del mal, libro que recibió muchas críticas y causó escándalo. En él Baudelaire celebra el mal y su belleza, se acerca al satanismo. También trata otros temas como el amor a la mujer, la marginación del poeta, etc.
Paul Verlaine: Tuvo una intensa relación
amorosa
con
Rimbaud
a
pesar
de estar casado, incluso estuvo
en la cárcel por ello. Vivió entre el orden y
el desorden, lo místico y lo erótico,
la religiosidad y el ateismo.
Como poeta destacó por la musicalidad, el subjetivismo, el juego con la metáfora
y el símbolo, etc. Se le considera el padre del Modernismo.
Arthur Rimbaud: Su vida turbulenta influyó en su trayectoria poética. Creó una poesía oscura en la que exploraba el subconsciente y se decantaba
por el ocultismo y la intuición. (precursor del surrealismo).
Paul Valéry: Creador de la poesía pura, es decir,
“aquello que queda en
el poema después de suprimir
todo lo que no es poesía”, la abstracción de lo circunstancial y anecdótico. No importan las vivencias del autor, sino el
conocimiento de la lengua que ayudará al poeta a componer sus poemas. Dentro de su obra destaca
El cementerio marino.
Walt Whitman: Se le considera el primer gran poeta norteamericano. Su gran
obra se recoge en Hojas de hierba, poemario
que el autor corrigió y aumentó durante toda su vida. Whitman
es el cantor de la geografía, las ciudades, las gentes de distintas razas y condiciones de América. Defendía la individualidad, la fe en el ser humano y el amor a la vida. Sus poemas se caracterizan por tener
libertad expresiva, un ritmo propio creado mediante la repetición
léxica y sintáctica, la mezcla de registros (de lo culto a lo coloquial).
Otros autores
destacados influidos por estas tendencias fueron Antonio Machado, Valle-Inclán, Pessoa y sus heterónimos, Rubén Darío, etc.
5.2. El espíritu de la vanguardia: el Surrealismo.
EL ESPÍRITU DE LA VANGUARDIA: EL SURREALISMO
Las Vanguardias aparecen
entre las dos Guerras Mundiales. De hecho, ya la
misma palabra (vanguardia) está relacionada con la táctica militar y define una actitud de riesgo, exploración e innovación. Los artistas acusan a la civilización
europea de haber creado la guerra y no confían
en su sociedad. Por eso quieren acabar con todo lo anterior y volver o a lo más primitivo del hombre o a
su deshumanización.
Los ismos son movimientos artísticos experimentales, que se desarrollaron con rapidez y que expresaban sus principios mediante
textos programáticos (manifiestos). De entre toda la vanguardia destacaron: futurismo, cubismo, dadaísmo, expresionismo y surrealismo.
Futurismo: nace con el Manifiesto futurista de Marinetti (1909).
Rechaza la exaltación de los sentimientos y propone la celebración de lo moderno,
de las máquinas.
Cubismo: cercano al futurismo, nace como movimiento
pictórico con Las
señoritas de Avignon de Picasso.
Se suele admitir
que Apollinaire trasladó esa técnica a sus poemas visuales, los caligramas.
Dadaísmo: es el más claro precedente del surrealismo. Se caracterizan por usar el sentido del humor como una forma
de enfrentarse a la realidad. Crean mediante el collage
arbitrario: recortar palabras
de un artículo periodístico, agitarlas
en un saco y sacarlas
al azar. El movimiento estuvo encabezado por Tristan Tzara.
Expresionismo: se basa en la expresión
de sentimientos subjetivos más que en la descripción de la realidad. Se destaca la fealdad, lo catastrófico, lo tenebroso y lo caótico. Presentaban personas
en crisis psicológicas o ideológicas.
Surrealismo: es el gran movimiento vanguardista de todo el S. XX. Su teoría la expuso
André Breton en su Manifiesto del Surrealismo (1924).Surge del agotamiento del dadaísmo
y de las diferencias personales
entre Tzara y Breton.
Ambos movimientos protestan
y se enfrentan a la realidad, pero desde diferentes perspectivas: el dadaísmo con el humor y el surrealismo con seriedad y con la integración de los sueños,
en los que, según Freud, se libera el
subconsciente reprimido por las normas
morales y sociales. Para liberar el subconsciente y escribir un poema surrealista se usan diferentes técnicas:
•
la escritura
automática,
es
decir,
sin
reflexión,
con
asociaciones
inesperadas de palabras.
•
el collage
de frases recortadas al azar en periódicos.
•
la interpretación de sueños.
•
uso de metáforas insólitas.
•
uso de un lenguaje
que no se dirige a nuestra razón,
sino que quiere despertar en nosotros sentimientos y reacciones también
inconscientes.
Autores surrelistas:
André Breton
(1896-1966): tenía conocimientos de psiquiatría y había leído a Freud,
quería llevar a la práctica
sus experimentos sobre los límites
de la conciencia y los fenómenos de expresión automática.
Paul Eluard (1895-1952): colaboró con Breton.
Escribió un poema (“Guernica”) sobre la guerra civil española.
Durante la ocupación
alemana se convirtió
en el poeta de la “resistencia”.
El surrealismo se extendió desde la literatura a la pintura.
Las temáticas y recursos son la fantasía, el erotismo, lo infantil, lo demencial, el predominio de lo onírico (los sueños), las asociaciones incongruentes, etc. En este campo
desatacaron artistas como Miró y Dalí.
REACCIÓN CONTRA EL TEATRO
CLÁSICO: TEATRO ÉPICO Y DEL ABSURDO
Teatro épico:
Lectura: Baudelaire, "Las flores del mal" (“Spleen e ideal”), Cátedra.
5.4. Apuntes extra Baudelaire.
El S. XX supone un profundo cambio en la concepción del teatro. El gran
desencanto que se vivía debido
a los acontecimientos históricos y el
nacimiento de los movimientos de vanguardia llevan a la ruptura con la
literatura anterior. Ahora el arte ya no debe ser un reflejo
de la realidad, pues ésta es odiosa y ha de ser transformada.
Las innovaciones afectan
a diferentes aspectos
del teatro como la función del actor, la relación
con el público, la incorporación de elementos y técnicas propios de otros tipos de espectáculo, etc.
En este camino de ruptura e innovación destacará la presencia
de Stanislavski, que con su método conseguirá que el actor se identifique con el personaje, que sienta sus mismas emociones, volviendo para ello, si es necesario, a pasadas vivencias.
De las numerosas manifestaciones que se
originaron, destacamos dos: el teatro épico
y el teatro del absurdo.
Teatro épico:
Nace entre los dramaturgos alemanes
como respuesta al teatro antirracionalista de las vanguardias.
Se
oponen
al
nazismo
y
consideran
al teatro como un elemento
de lucha social,
una herramienta para resolver
los problemas políticos y sociales, por eso tiene que implicar
al espectador, enseñarlo.
A esta corriente está vinculado
Bertolt Brecht, que dotó al teatro épico
alemán de entidad dentro de la historia
de la literatura. Para él es fundamental el concepto de distanciamiento, que busca evitar que el público dé una respuesta emocional y forzarlo
a contemplar la obra desde una perspectiva racional, para asegurar
el
valor
didáctico
de
la
misma.
Para
ello
recurre
a diversas técnicas: uso de la 3ª pna, inclusión del narrador, los apartes, interrupción de la acción, importancia del gesto o de máscaras.
También destaca su uso del lenguaje: de formas coloquiales a poéticas, de la prosa al
verso libre. En cuanto a los temas, se centra en algunas de las preocupaciones
del hombre del momento: el poder, la guerra, la justicia. Algunas de sus obras
más conocidas son Galileo Galilei, Madre Coraje y sus hijos. (ver pág. 383)
Teatro del absurdo:
El teatro del absurdo tiene en común con el existencialista (otra tendencia teatral del S. XX)l a preocupación por el individuo
y la sociedad. Sin embargo, se diferencia
de éste porque se limita a presentar
una crítica sin aportar soluciones.
Refleja el sinsentido de la condición humana a través
de argumentos sin significado, diálogos repetitivos y el uso del humor. Las obras recurren a la caricaturización, la hipérbole, las imágenes oníricas
y concentran los acontecimientos en un acto.
Se considera precursor
de este tipo de teatro a Luigi Pirandello, quien planteaba la posibilidad de que la ficción fuera
más real que la realidad.
El hombre no puede conocerse nunca del todo a sí mismo, ni llegar a distinguir completamente cuál es la realidad y cuál la ficción. En Seis personajes en busca de autor se manifiestan estas ideas; aparece
el teatro dentro del teatro, los personajes son más reales que los de carne y hueso, por eso pueden
enfrentarse al autor.
Se consideran representantes del teatro del absurdo a Eugéne Ionesco
y Samuel Beckett.
Ionesco pretende reducir al absurdo las realidades más desagradables de la
vida. Los temas de sus obras nacen de su propia experiencia; algunas de ellas son:
La lección (basada en sus experiencias como profesor), Las sillas, La cantante
calva.
Samuel Beckett
lleva este tipo de teatro a su máximo apogeo con Esperando a Godot, obra en la que presenta la angustiosa situación de dos personajes que esperan a alguien
o algo que nunca
llega.
También
aquí
aparecen
sus principales preocupaciones: la incomunicación, la angustia, la
falta de significado de la vida, etc. Otra característica sería la experimentación que hace con el lenguaje, reduciéndolo a la máxima
simplicidad, lleno de humor
amargo y corrosivo. Los diálogos
aparecen entrecortados y confusos.
Lectura: Baudelaire, "Las flores del mal" (“Spleen e ideal”), Cátedra.
5.4. Apuntes extra Baudelaire.
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