domingo, 29 de septiembre de 2013

ACTIVIDADES

Aquí vamos a incluir documentos para realizar actividades en clase:

Actividad 1

Actividad 2

Actividad 3

Actividad 4

Actividad 5







Actividad de Comentario de Textos

Petrarca Soneto XXXIV

Apolo, si el deseo ha perdurado
que te inflamaba en la tesalia onda,
y si a la amada cabellera blonda,
tras tantos años, no la has olvidado,

del perezoso hielo y tiempo airado,
que durará mientras tu faz se esconda,
defiende a la honorable y sacra fronda
en que, después que tú, yo me he enredado;

y por virtud de la esperanza amante
que te hizo soportar la vida acerba,
bórrale al aire los nubosos trazos;

y admirados veremos al instante
a nuestra dama estar sobre la hierba
y hacerse sombra con sus propios brazos


Garcilaso Soneto XIII

A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraba;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que el oro escurecían.

De áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros, que aún bullendo estaban:
los blancos pies en tierra se hincaban,
y en torcidas raíces se volvían.

Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol que con lágrimas regaba.

¡Oh miserable estado! ¡oh mal tamaño!
¡Que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón porque lloraba!

Garcilaso de la Vega, soneto XXIII

En tanto que de rosa y de azucena 
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.



Para saber más



El Decamerón de Boccaccio:

Lee la primera novela de la Segunda Jornada:

El Decamerón (obra completa)


y responde a las siguientes cuestiones:
1.  Explica el narrador y la estructura o marco de la narración.
2.  Los diálogos en estilo directo son escasos y muy breves en el Decamerón, y aparece con frecuencia el estilo indirecto. Señala algún ejemplo.
3. Haz un breve comentario de los personajes, el tiempo y el espacio. 
4. El engaño y las muestras de ingenio son frecuentes en los relatos de Boccaccio. Explica los que hayas encontrado en este fragmento. 
5. Comenta la relación entre la mentalidad medieval y la creencia de las muchedumbres en los milagros.

Amplía tu conocimiento sobre esta obra:
Lee la primera jornada de la novela tercera: El judío Melquisadec y el sultán Saladino.
También puedes leer la quinta jornada de la novela novena: Federico de los Alberighi.
Y para terminar, la décima jornada de la décima novela: el marques de Saluzzo.



TEMA 3. EL PASO DE LA EDAD MEDIA AL RENACIMIENTO

3.1 Humanismo y Renacimiento. La literatura española y su relación con la europea.
3.2 Dante, Petrarca y Bocaccio.
  • Lecturas: Giovanni Boccaccio: El Decamerón (Selección de relatos)

3.1 Humanismo y Renacimiento. La literatura española y su relación con la europea


1.    El Renacimiento europeo. 


1. El Renacimiento es un amplio movimiento cultural -no solo artístico o literario- que transformó a vida europea a partir del siglo XV y, especialmente, en el XVI. Este proceso supone la expansión del ideario humanista surgido en Italia desde el siglo XIV.

Con el término Renacimiento (de renacer, 'volver a nacer') se hace referencia a la característica fundamental de este movimiento: la recuperación, el resurgimiento de la cultura clásica griega y latina.

El renacer de la cultura clásica, junto con la valoración del hombre y del mundo, suponen el paso de la cultura teológica medieval a una nueva cultura humanista. Esta nueva cultura humanista, difundida gracias a la invención de la imprenta por Gutenberg en el siglo XV, los descubrimientos geográficos (en especial el de América) y el desarrollo económico, marca el inicio del mundo moderno.

Durante el Renacimiento se formaron los grandes Estados modernos, como Francia, Inglaterra y España. Por otra parte, la crisis definitiva del feudalismo permitió el afianzamiento del poder del rey apoyado por la burguesía y el pueblo llano- frente a la nobleza, que pierde casi todo su poder. Surge así el Estado unitario, formado por súbditos regidos bajo la fórmula de la monarquía absoluta, que, como la de Carlos I en España, se fue imponiendo como forma de gobierno. El crecimiento de las ciudades favorece la aparición de una nueva clase social, la burguesía (la palabra burgués significaba originariamente 'habitante del burgo o ciudad'), dedicada fundamentalmente a actividades comerciales e industriales, que, frente a los ideales guerreros de la nobleza, impone los suyos propios: el trabajo, el dinero, la ganancia, el bienestar material...

EL HUMANISMO

Los humanistas, hombres dedicados a los studia humanitatis ('estudio de las humanidades':
gramática, retórica, poética, historia y filosofía moral), se propusieron como meta la restauración de los ideales clásicos. Los dos puntos esenciales del humanismo son:

       el estudio de las lenguas clásicas griega y latina, especialmente de esta última. Junto con ello, el interés y valoración de las lenguas vulgares o romances.
       la valoración entusiasta del mundo y del hombre, la orientación de la cultura hacia el conocimiento de lo humano y lo terreno.
El estudio de las lenguas clásicas trajo consigo la difusión y la imitación de los escritores antiguos. El reconocimiento de la dignidad del hombre supuso una nueva forma de entender la vida y el mundo, cuyas notas más distintivas serían las siguientes:
       el mundo ya no es un simple lugar de paso para la otra vida, sino un lugar bello y digno de ser gozado.
       el hombre es el centro y la medida del mundo (antropocentrismo, frente al teocentrismo medieval). 
       el ser humano se siente armónicamente integrado en la naturaleza, que constituye fuente de belleza y de placer para los sentidos.
       la perfección del ser humano no radica en el ejercicio de la virtud, sino en el desarrollo equilibrado de todas sus facultades físicas e intelectuales. Por eso, el tipo ideal de la época es el cortesano, que, según Baltasar de Castiglione, debe cultivar a la vez las armas y las letras (armonización del clérigo y el caballero medievales) y ejercitar y dominar actividades diversas, desde los juegos físicos a las bellas artes.

Humanistas famosos fueron, además de Petrarca y Dante, Lorenzo Valla, Marsilio Ficino y Pico della Mirándola en Italia; Erasmo de Rotterdam en los Países Bajos; Thomas More en Inglaterra, y Luis Vives y Antonio de Nebrija en España.

LA ESTÉTICA RENACENTISTA

La idea central es la imitación de lo clásico, considerado como el modelo de perfección. Se rescatan las ideas platónicas sobre la belleza (el arte como un ideal en relación con la forma y una utopía para la humanidad), y la Poética de Aristóteles impone en el teatro la distinción entre el estilo elevado (tragedia) y estilo bajo (comedia), así como las tres unidades de lugar, tiempo y acción.

Dentro de la amplia variedad de la literatura renacentista, los temas más frecuentes son:

¾  El amor. Por influencia de Petrarca, no se canta un amor feliz y compartido, sino la melancolía, el dolor o la nostalgia, sentimientos ocasionados por la falta de correspondencia de la amada o su ausencia. Las perfecciones físicas de la amada, idealizada mediante un selecto vocabulario, permiten al poeta participar de lo bello como reflejo de la divinidad (concepto platónico de la belleza).

¾  La naturaleza. La acción poética o novelesca se sitúa normalmente en paisajes idealizados y eternamente primaverales, con fuentes de agua cristalina, suaves brisas y arboledas y prados verdes (tópico del locus amoenus). Esta naturaleza bucólica, partícipe en ocasiones de los sentimientos del poeta, es el marco adecuado para el lamento amoroso y los refinados diálogos de unos pastores convencionales.

¾  La mitología. Los mitos clásicos griegos y latinos, despojados de significación religiosa, se convierten en bellas fantasías o son utilizados como símbolos de las fuerzas de la naturaleza.

¾  Otros temas clásicos, como el carpe diem o incitación al goce de la juventud y de la vida, y el beatus ille o elogio de la vida sencilla y retirada.

¾  Temas filosóficos y políticos. Se exponen muchas veces en forma de diálogo.


 1.    La lírica del amor medieval. La poesía trovadoresca o provenzal.

2.    El Dolce Stil Nuovo.
3.    El Petrarquismo. El Cancionero.

1. La poesía medieval, tanto la de más sencilla  comprensión como la más cuidada y difícil de comprender, es poesía lírica, poesía cantada que el público recibe por el oído. Sus autores, anónimos o conocidos son músicos, además de poetas. De ahí que los libros donde se recogieron por escrito las muestras de este tipo de poesía reciben el nombre de Cancioneros.

Es decir que, junto a una lírica popular, anónima y transmitida oralmente, se desarrolló durante la Edad Media una lírica culta que tendrá su máximo exponente en la poesía provenzal o trovadoresca, que implica un cambio de sensibilidad respecto a la épica, ella misma en evolución en esta mismo tiempo a las novelas de caballerías.
A comienzos del siglo XII aparece en el sur de Francia la primera escuela de lírica culta en una lengua románica, el provenzal. Su enorme influjo provoca imitaciones en otras lenguas europeas, sobre todo en francés, catalán, gallego-portugués (cantigas) o alemán (minnesang).
Estas nuevas composiciones presentan varias novedades importantes:
       Ya no son anónimas, sino obra de autores conocidos, nobles y cultos,  llamados trovadores (en la Edad Media, el término poeta se aplicaba a los autores que escribían en latín). 
       Los trovadores componen los poemas y los difunden acompañados de música, normalmente compuesta por ellos.  
       El público de los trovadores era, fundamentalmente, una aristocracia cada vez menos guerrera y más refinada. A esta aristocracia dejó de interesarle los cantares de gesta, con sus héroes demasiado ingenuos y brutales, y empieza a inclinarse por la temática amorosa. 
       Surge una nueva concepción del amor desarrollada por los trovadores y resumida en el tratado Sobre el amor, de Andreas Capellanus (s. XII), el amor cortés. Se trata de una adaptación del feudalismo a la relación amorosa. El señor es la dama, noble y casada, a la que el poeta, obediente vasallo enteramente a su servicio, ama apasionadamente en secreto. Este amor imposible hace sufrir al enamorado, pero también lo perfecciona.
       El “yo poético” de la canción, el subgénero amoroso, es masculino, a diferencia de la voz femenina de la lírica tradicional. Es un yo que reflexiona sobre su estado de ánimo, su amor hacia una mujer a la que llamará domna (de domina, la esposa del Dominus, el señor, a la que considera superior a él). En ocasiones puede llegarse a la masculinización de la dama a la que se llamará midons( meus Dominus)
       El lenguaje que aparece es una adaptación a la lírica del lenguaje técnico del mundo medieval.
“Señora, la más gentil de todas las nacidas y la mejor que nunca ví, con las manos juntas me inclñino ante vos, de rodillas y de pie, en vuestro noble señorío”  Bernat de Ventadorn.
“Os dejo mi corazón y mi cuerpo domo feudo, señora” Guillem de Berguedà.
“Lejos están el castillo y la torre donde ella reposa con su marido”. Jaufré de Rudel.

De los casi 400, autores de unas 2.500 poesías durante dos siglos ( XII a XIV), algunos de los más famosos son:
Guilhem de Peitieu (1071-1126), poderoso noble, fue el primer trovador y el primer poeta románico de nombre conocido.
Bernart de Ventadorn (s. XII), muy popular en su tiempo, es quizá el mayor poeta amoroso; se conservan de su obra alrededor de cincuenta piezas.
Arnaut Daniel (s. XII) se hizo célebre por su estilo difícil; su poesía es muy compleja y estaba destinada a un público muy culto.
Guillem de Berguedà (¿1138-1196?) fue el mejor trovador catalán.
Peire Vidal (¿1183-1204?), destacó por su ingenio y su fama de conquistador.
Bertran de Born (s. XII) compuso poemas de tema político, donde ataca con fuerza a algunos reyes y nobles.
Giraut de Bornelh (s. XII) tuvo tanto éxito que fue considerado el mejor trovador. Fue un poeta muy hábil y refinado
Como trovadores podían adoptar uno de los dos estilos:

       ESTILO TROBAR LEU- consistía en una actitud poética de expresión fácil y de clara comprensión, aunque alejada siempre de la repetición y la vulgaridad. Poesía impulsiva que procede de una sensación vital muy intensa y que explota en diferentes aspectos: alegría por la llegada de la primavera, amor apasionado, etc..

       ESTILO TROBAR CLUS-consistía, por el contrario, en uan actitud hermética, artificiosa en sus aspectos verbales y métricos, con enigmas y mezcla de significados estilísticos y morales.


El fenómeno trovadoresco pronto se extendió por Cataluña, norte de Italia, Galicia, Navarra y Castilla, y también por el norte de Francia, Alemania y Sicilia. En todos estos reinos se acogió con agrado y cortesía a los trovadores provenzales, que entendían perfectamente en la lengua provenzal, llamada “de Oc”

  
2.  A mediados del s. XIII  aparece la primera escuela poética culta en lengua vulgar italiana: la Escuela Siciliana, que “inventa” el soneto, adaptando una forma métrica de origen popular. Esta escuela se extenderá con gran éxito por el resto de la península italiana en un ambiente no de corte, sino urbano y universitario; por lo tanto, más libre e inquieto y en donde surgió la renovación poética del Dolce stil novo.

El origen del término se sitúa en 1314, en unos versos de Dante en su obra, La Divina Comedia. Con él se engloba a un grupo de poetas, toscanos casi todos (de Florencia) que escribieron entre 1280 y 1310 y formado por Guido Guinizzelli (el precursor), Guido Cavalcanti y el mismo Dante
Alighieri, entre otros, todos ellos herederos de la poesía trovadoresca siciliana.

El sentido del término, en palabras de su creador, Dante, se explica entendiendo la “dulzura” como la utilización de un léxico sin asperezas, de elaborada musicalidad, capaz de expresar la idealización, la alabanza, la melancolía, el dolor, el sentido de la muerte, seleccionando las palabras con sumo cuidado. En cuento al calificativo de “nuevo” se explica por el cambio de materia y estilo con respecto a la lírica anterior, trovadoresca en lo que tiene de la importancia dada a la progresiva interiorización espiritual del amor. Así, estos poetas entienden la poesía como el resultado de un impulso del corazón, que provoca el nacimiento de las palabras adecuadas sin necesidad de mayores esfuerzos, gracias a que previamente se ha producido en el poeta una experiencia de carácter místico que proviene de la voluntad divina.

El amor, tal y como se entiende en el Dolce stil novo, supera los límites del amor cortés, traslado de las relaciones de vasallaje, para convertirse en una virtud que se identifica con la nobleza de espíritu, a la vez que la dama y la belleza son hitos necesarios en el camino de perfección que lleva a Dios y a la felicidad eterna. 

Por tanto, la poesía del Dolce stil nuovo es una poesía de alabanza a la dama, casi exclusivamente; a esta característica se le añade el tema de la introspección psicológica y todo ello expresado en con una lengua refinada y en formas métricas de estructura más o menos fijas, como la canción, la balada y el soneto. Estos elementos pasan a la poesía posterior, llegando a Petrarca  a mediados del s. XIV.

4. Francesco Petrarca (1304-1374) nació en Arezzo, de familia florentina. Su ambiente socio-cultural es el de los notarios, grupo de notable influencia en las ciudades. Viajó por varios países europeos y residió en Aviñón, donde estuvo instalada por un tiempo la corte papal, desempeñando cargos diplomáticos.  En su tiempo, su reconocimiento le vino por su labor como estudioso de la literatura clásica. Aunque pronto fue su poesía lírica en romance: Canzoniere o Rime sparse, conjunto de 366 poemas, en su mayor parte sonetos, lo que conformó el movimiento de admiración e imitación entre los poetas posteriores, que recibe el nombre de petrarquismo. Esta escuela fue seguida en Francia, por el grupo de poetas conocido por el nombre de la Pléyade, de los que destaca Ronsard; en Inglaterra por Wyatt, Spenser y Shakespeare y en España por Garcilaso de la Vega y su escuela.

¿Qué innovaciones introduce en la lírica amorosa?
  1.  El Canzoniere es un libro, un conjunto coherente, novedoso con respecto a los poemas sueltos de los trovadores y de Dante. Es la historia amorosa de un proceso vital autobiográfico donde el poeta, desde su hoy, recuerda su amor a una única mujer, que tras su muerte, es salvada del olvido; con lo que el poeta busca alcanzar la fama. 
  2.  El libro se abre con un soneto inicial que sirve de introducción y se divide en dos partes: in vita e in morte de Laura.
  3. Rompe el silencio cortés, ofreciendo los rasgos esenciales e idealizados de la dama, mencionando su nombre. La dama ya no es la donna angelicata; sino una mujer de carne y hueso, aunque idealizada. 
  4. Aparece descripciones de la propia amada, fijándose el tópico de la descripción metafórica de la dama (cabellos= oro, sol/ tez= azucena o lirio/ mejillas= rosas/ ojos= astros/ labios= clavel/ dientes= perlas/ cuellos= mármol, cisne) y de una naturaleza bucólica, al estilo de las églogas clásicas.
  5.  
  6. Utiliza la mitología como motivo literario o como símbolos de las fuerzas de la naturaleza, reflejándose el propio poeta en los mitos.
  7.  El amor es neoplatónico: anhelo insatisfecho del alma que busca su ascensión de lo material a lo inmaterial por el amor a la belleza de la amada, produciendo melancolía y tristeza. 
  8. El verdadero tema es el análisis hondo y lúcido de las pasiones del escritor; la introspección y el análisis de los variados estados de ánimo por los que el alma masculina pasa: pasión, celos, tristeza, esperanza, olvido..
  9.  La lengua es bella, huyendo de la artificialidad, buscando la naturalidad trabajada (selección de vocablos, uso abundante del adjetivo cromático y de figuras literarias sensoriales: metáforas, sinestesias, aliteraciones) Es abundante el uso de antítesis para expresar los efectos contradictorios del amor: hielo abrasador/ dulce llama/ guerra que da paz, etc…
  10. La forma es el verso endecasílabo, las estrofas: el cuarteto y el terceto; os poemas: el soneto, la canción, la sextina y los géneros, de origen clásico: la égloga, la epístola y la sátira.
La narración en prosa: Boccaccio y otros autores.

El género narrativo en las literaturas romances se expresa en primer lugar en verso: en la poesía narrativa épica (cantares de gesta y romances), en las historias caballerescas del ciclo artúrico de Roman de Troyes y en las obras de temática religiosa y didáctico-moral del Mester de Clerecía.

En los siglos XIII y XIV comenzamos a tener ejemplos de género narrativo en prosa:

  • Prosificaciones del ciclo artúrico—recibirán el nombre de roman/ romanzo/romance. Características: son narraciones largas, idealistas, con personajes heroicos y amor caballeresco.
  • Colecciones de cuentos e historias breves- recibirán el nombre de nouvelle/ novella / novela Características: son narraciones cortas, costumbristas y presentan amores realistas, con un tono pícaro y satírico.

*En España no se utilizó nunca el término romance, porque se confundía con el subgénero lírico y se utilizó siempre el término libro o tratado y se evitó el nombre novela por sus connotaciones eróticas hasta el s.XVII, prefiriéndose el término tradicional ejemplo, hasta las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes.

Boccaccio (1313-1375) Con él aparece en la literatura occidental la prosa capaz de realismo y de comicidad: la novela corta. 

Parece seguro que fue hijo natural, que nació en Certaldo y que pasó su infancia en Florencia. En 1327 el padre se estableció en Nápoles. Allí ejerció actividades mercantiles al tiempo que se movió en el ámbito cortesano, donde conoció a Fiammetta, hija natural del rey de Nápoles. Su figura dará nombre a una de las obras del autor y aparecerá como personaje en el Decamerón.
En 1340 vuelve a Florencia para establecerse allí. De este tiempo son sus misiones diplomáticas ante diversos señores y papas y su orientación hacia el sacerdocio. 

En este período tenemos que destacar: 
1.    la Peste Negra de 1348, marco del Decamerón.
2.    la amistad con Petrarca, origen de una orientación prehumanista.
3.    un cambio en sus principios morales, que se vió reflejada en su obra Corbaccio y un cambio de intereses literarios, que le llevará a valorar más la dedicación a actividades eruditas, a la mitología y al estudio y difusión de la obra de Dante.

La actividad de Boccaccio se expresó en dos vertientes muy claras, que caracterizan dos períodos igualmente definidos, separados por el año 1345: a una primera de creaciones artísticas escritas en toscano, siguió otra de preocupaciones eruditas escritas en latín.

En las primeras predomina el tema amoroso, pero un amor en absoluto estilnovista o platónico; sino todo lo contrario, humano, expresión de la realidad de la carne; un amor que espolea la inteligencia con el fin de conseguir el fin que se propone, lo que llevará a un ambiente de drama o de tragedia.
Sus obras en toscano pueden clasificarse en dos grandes grupos.

POEMAS y NOVELAS.  En estas últimas cultivó, entre otros, el género sentimental: Elegía di Madonna Fiammetta obra, más o menos autobiográfica, el género de sátira antifeminista: El Corbaccio y su gran obra, el Decamerón

Sus obras en latín, de gran influencia en la literatura europea posterior, obras de varones y mujeres ilustres: De casibus virorum illustrium y De mulieribus claribus.


El Decamerón: es la obra más conocida de Boccaccio. Su título significa “los cien días “y es una colección de cien relatos breves

 El libro fue calificado tradicionalmente de obsceno por sus temas, hasta que en el s. XIX, se criticó esta visión reduccionista, valorando en él la expresión de la alegría de vivir que se libera de la mentalidad medieval. Hoy en día está considerada como la obra cumbre de la novelística medieval y el anticipo de la literatura en prosa humanista o renacentista, ya que rompe con el afán moralizador medieval al no pretender ningún afán moralizador ni ejemplarizante.

Es una obra realista, pero no únicamente realista, ya que exalta valores ideales, como el amor cortés y la virtud, entendida como liberalidad, altruismo y rapidez de ingenio.

El estilo es el del propio autor: intermedio entre el retoricismo clásico y la lengua vulgar. Un estilo bienhumorado y mordaz, ajeno a toda pretensión educativa ni moralizante, ambiguamente  religioso (renacentista)

Los temas de los cuentos son muy variados: la mayoría son historias amorosas legendarias, románticas, exóticas, indecentes y burlescas junto con la sátira de costumbres.

Los personajes representan toda la gama social de la época, desde reyes y nobles hasta criadas y labradores, pasando por caballeros, frailes y monjas. Se han querido ver valores simbólicos en las damas, con la excepción de Fiammetta, recuerdo nostálgico de su amor juvenil. En cuanto a los jóvenes, tres de ellos representarían al mismo Boccaccio en su juventud: Filostrato (el amor angustiado), Pánfilo (el que alcanza el amor feliz) y Dioneo (el amor alegre y despreocupado)

La estructura de las 10 jornadas es la siguiente:
•       La primera y la última abren y cierran el ciclo con la repoblación de los vicios y la exaltación de las virtudes.
•       La segunda está dedicada al hombre que puede ser juguete de la Fortuna y la tercera el que puede imponerse a ella. 
•       La cuarta presenta un amor que acaba en desenlace trágico, mientras en la quinta acaba felizmente.
•       La sexta y la séptima presentan a hombre y mujeres utilizando el ingenio para conseguir sus fines.
•       La octava extiende el tema de la burla a hombres y mujeres y en la novena se da una síntesis de las anteriores.

La crítica ha destacado cuatro aspectos relevantes:

  1. El marco: son cien cuentos contados en diez rondas diarias por diez personajes: siete damas y tres galanes reunidos en un palacio campestre, huyendo de la peste que asoló Florencia en 1348.
  2. El orden y la unidad: el llamado rey o reina del día escoge el tema de la jornada, aunque uno de los personajes, Dioneo tiene el privilegio de romper estas reglas. El motivo unificador es el culto a la inteligencia (y no al amor) con diferentes matices: fortuna y amor/ desdicha y odio. Pero, con todo, el interés de la obra no proviene tanto de la unidad como de la variedad de cada novella, que es una obra de arte autónoma.
  3. Los personajes: la mayoría de los narradores ya aparecían en otras obras anteriores con nombres simbólicos. Algunos son reales (Giotto, Cavalcanti, el rey Pedro el Grande) y otros imaginarios
  4. Los ambientes: la mayoría de las novelas transcurren en los s.XIII y XIV, en los ambientes que Boccaccio conoció (Nápoles, Florencia, Sicilia, el mar Mediterráneo, París, Inglaterra y el lejano Catay). En concreto, la ciudad de Nápoles es elevada a mito ideal. 


 Otros autores

INGLATERRA

Chaucer (1340-1400) Los cuentos de Canterbury:

Obra incompleta. Sólo tiene 23 cuentos. El plan original del autor es que estuviera compuesto por 120 cuentos narrados por 30 personajes que debían contar dos cuentos en el viaje de ida y otros dos en el de vuelta en su peregrinación al santuario de  Tomás Becket, en Canterbury.

Uno de los rasgos más característicos es la omnipresencia del autor en su obra, no sólo como narrador, sino también como uno de los personajes. Pero ese “yo “corresponden a un persona ficticia, creada con mucho humor, que en nada se parece al Chaucer auténtico, hábil diplomático y eficaz funcionario de la corte inglesa. Así, se presenta como “un hombre bajito, rechoncho, distraído, tímido y algo simple”

El marco de los cuentos es más interesante que los propios cuentos (el catálogo inicial de participantes, peregrinos, como sus discusiones  e introducciones a los cuentos)

La temática de los cuentos es muy variada: desde una larga leyenda (romance) cortesano “El cuento del caballero”, hasta algunos cortos breves desvergonzados ”Los cuentos del molinero, el intendente y el capitán del barco”, hasta otros de aventuras e incluso historias de santos. 
Dos de los cuentos están escritos en prosa: el de Melibeo contado por el propio Chaucer y el cuento-sermón del párroco. El resto, están escritos en verso.


ESPAÑA

Aunque tenemos obras del s. XVI: Juan de Timoneda (Buen aviso y portacuentos/ Sobremesa y aviso de caminantes/ El Patrañuelo) su gran auge se da en el s. XVII: María de Zayas (Desengaños amorosos), Lope de Vega (Novelas a Marcia Leonarda) y Cervantes (Novelas ejemplares) 




Obra completa: Decameron 


http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ita/bocca/deca01.htm





TEMA 2. EL MUNDO CLÁSICO

Este tema lo vamos a desarrollar en tres apartados:



2.1           La mitología griega.
2.2           Los poemas homéricos: La Ilíada y La Odisea .
2.3           El teatro griego.





2.1 LA MITOLOGÍA GRIEGA

 ESQUEMA


Para una mejor comprensión de la mitología griega vamos a señalar unas pequeñas características:
  • La mitología griega está formada por un conjunto de leyendas que provienen de la religión de esta antigua civilización del Mediterráneo oriental. Los griegos, aunque no practicasen la religión, conocían estas historias, las cuales formaban parte de su acervo cultural.

  • Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.

  • La mitología griega es absolutamente compleja, llena de dioses, monstruos, guerras y dioses entrometidos. Algunos estudiosos afirman que llegó a haber hasta 30.000 divinidades en total.

  • Esta mitología comparte una estrecha similitud con la mitología romana, en cuanto a los nombres de varios dioses y personajes de importancia. También se relacionan en cuanto a la parte mitológica de la religión; creencias, tradiciones y todo lo ligado o referente a Mitología.

 DIOSES DEL OLIMPO


Los poemas homéricos: La Ilíada y La Odisea .

1. Grecia es la “madre” de Occidente, la raíz esencial de nuestro pensamiento y de nuestra cultura. Podemos destacar dos momentos claves en sus etapas literarias: a. la época primitiva (siglos IX a VI a.C., tiempos de la literatura homérica) y b. la época clásica (siglos V y IV a.C., los años de Pericles y de Alejandro Magno, momento estelar de la literatura y la filosofía griegas). Lo que sigue es un breve panorama de los géneros y autores más representativos de esta literatura:

1. Homero y la épica 


Apenas si hay noticias sobre el primero y más importante de los poetas de la antigüedad. Creían los griegos que Homero nació en Quíos o en Esmirna, entre los siglos IX y VIII a.C.; y también se dice que era ciego. De él han sobrevivido las dos obras literarias más importantes del mundo antiguo: La Ilíada y La Odisea.  Probablemente, Homero no fue el creador de estas obras, sino sólo el compilador de un material más antiguo, cantos épicos cantados por “aedos” o rapsodas que, bien recitaban con cítaras y liras, bien improvisaban relatos de la época micénica sobre los reyes y jefes guerreros de tiempos heroicos. Homero tal vez fue el último y más importante de estos “cantores” de obras de carácter colectivo, y las recrearía dándoles una unidad de composición, de estilo y de contenido. 

             La Ilíada y la Odisea pertenecen al género literario de la poesía épica, que cuenta los mitos de las grandes gestas de los antiguos héroes, violentos y aventureros, semejantes a dioses, destinados al combate y la muerte. Unos hombres superiores de los que se guardará un recuerdo imborrable durante siglos gracias a sus brillantes hechos y a su fama inmortal. De estos “ciclos” (continuaciones de los asuntos homéricos y legendarios elaborados por diferentes autores durante siglos) los más conocidos entre los griegos eran el “troyano” (que incluye los relatos del juicio de Paris, la guerra de Troya, los “nostoi” de los monarcas griegos –el regreso trágico de la guerra troyana-), el “tebano” (centrado en la figura de Edipo), los “trabajos de Hércules”, el viaje de Jasón y los “Argonautas” en busca del Vellocino de Oro y otros como las historias sobre Perseo y Teseo. 

  La Ilíada y la Odisea, por su parte, comparten además unas características peculiares de su género épico. Entre ellas se pueden destacar las siguientes: 

a)            Sin pretender escribir Historia, los poemas mezclan elementos arqueológicos (históricos, sociales ) de épocas diferentes, tanto antiguos como del tiempo de Homero.
b)            Están repletas de largas digresiones, comparaciones, pasajes repetidos y fórmulas fijas, habituales en la épica oral. 
d)  Se basan en el contraste de personalidades, pasiones y acciones de los protagonistas, contrastando la humanidad y la crudeza. 

La Ilíada 
 
Es “el poema de la guerra, la furia y la muerte” y está compuesto por más de 15.000 versos repartidos en 24 cantos. Cuenta algunos sucesos de la primera parte del “ciclo troyano” –no todos- acontecidos durante la guerra de Troya, que sucedió aproximadamente sobre el año 1250 a.C.: el asedio que las tropas griegas dirigidas por el rey de reyes Agamenón hicieron sobre las murallas de la inexpugnable Ilión (Troya), la de los muros erigidos por el dios Poseidón y gobernada por el rey Príamo. 
Sin embargo, de los 10 años de asedio, Homero apenas si nos cuenta los episodios de un par de meses en el décimo año de guerra, la llamada “cólera de Aquiles”: el enfrentamiento del protagonista griego con Agamenón a causa de una esclava prisionera, Briseida; el retiro de Aquiles del combate y las consiguientes derrotas griegas, huérfanas del primero de sus héroes; la lucha de Patroclo con las armas del “pélida” y su muerte; el dolor de Aquiles y su retorno al combate para vengar la muerte de su favorito; por último, la derrota del troyano Héctor, cuyo cadáver es cruelmente arrastrado en torno a la ciudad, y la entrega de su cadáver al rey Príamo, para celebrar unos funerales apropiados. 

             Este es el argumento de la obra. Sabemos que el relato general del “ciclo” tiene su origen y su propio desenlace, su comienzo y su final, pero Homero sólo se detiene en un episodio lleno de escenas de especial relevancia: los brutales combates entre nobles, el llamado “catálogo de las naves” en el que se enumeran las fuerzas de los griegos, la despedida de Héctor y su esposa Andrómaca, o la asamblea de los dioses, presidida por Zeus, discutiendo sobre la suerte de los combatientes. En estos episodios se detallan con atención y solemnidad los rasgos de los personajes (y sus epítetos: Aquiles es “el de los pies ligeros”; Ulises “el astuto”, “el de muchos recursos”; la diosa Atenea “la de ojos glaucos”, etc.)., principales y secundarios, humanos y divinos, en torno a los cuales los dioses del Olimpo intervienen a favor o en contra de los bandos contendientes. 

            La Ilíada es el reflejo legendario de una época ya pasada en la que valían la fuerza y la astucia, la rapiña y la guerra, la muerte heroica y rápida (el ejemplo del joven Aquiles), época en la que humanos y dioses actuaban al unísono para resolver las rivalidades de la tierra y del Olimpo. Una época, demás, que ha sido arqueológicamente datada gracias a los hallazgos de uno de los aventureros más apasionantes del siglo XIX: H. Schliemann, quien con la única ayuda del texto homérico fue capaz de encontrar en la colina turca de Hissarlik los restos de la antigua Troya, demostrando en 1870 que la ciudad sufrió una tremenda destrucción en el siglo XIII a.C., con lo cual quedaría probado que las historias que cantó Homero allá por el silo VIII a.C. tuvieron su germen real unos siglos antes. 

La Odisea 

            Si la Ilíada narra la leyenda de las guerras de los héroes micénicos, la Odisea es la historia de un viaje, paradigma de las grandes aventuras humanas que exigen enormes sacrificios personales y notables hazañas colectivas. El viaje de Ulises (u Odiseo), rey de la pequeña isla de Ítaca, que ayudó con sus muchas e ingeniosas argucias (él ideó, por ejemplo, la creación del fatídico “caballo”) al término de la larga guerra troyana. Pero Ulises, “el astuto”, el que se disfraza, el más inteligente e ingenioso de los monarcas griegos, sufrió como muchos otros reyes un castigo divino que le impedía regresar en paz a su reino. 

Y después de diez años de combate, anduvo errante durante otros tantos en soledad o con algunos de sus hombres por todo el Mediterráneo, a expensas de la ira del dios Poseidón, hasta que finalmente dio con sus heridos huesos en la isla de la ninfa Calipso. Pudo luego llegar a tierra de los acogedores Feacios, donde narró las aventuras y desgracias más famosas de la literatura: sus peripecias con los lotófagos (los que provocaban el irreparable olvido), el encuentro esperanzado con el dios Eolo, su enfrentamiento con el cíclope Polifemo (aquel de un solo ojo, engañado y cegado por Ulises-“nadie”), la maga Circe (que convertía a los compañeros del rey en animales), su descenso al Hades (el clásico mundo de los muertos en el que, entre las difusas almas de los difuntos, se encontró con el adivino Tiresias), su lucha con el desesperante canto de las sirenas y con los monstruos Escila y Caribdis, y la llegada a la isla maravillosa de Calipso. Acabado el relato, Ulises consigue llegar a casa, a su ansiada Ítaca, donde aún le quedan serios problemas por resolver: su fiel esposa Penélope confía en su llegada desde hace 20 años, pero está rodeada de nuevos y aprovechados pretendientes que invaden el palacio real. Ulises, disfrazado de anciano gracias a las artes de su protectora Atenea, logra entrar en su casa y acabar con los enemigos gracias a la ayuda de su hijo Telémaco.  

 2. La tragedia griega


El teatro, y en especial la tragedia, pertenecen a la llamada época clásica, aquella que transcurre en Atenas entre comienzos del V y finales del IV a.C. Es el momento de las "Guerras Médicas", las que enfrentaron a los persas y los griegos en las batallas de las Termópilas, Maratón (490 a.C.) o Salamina, tras las cuales surgirá el gran esplendor de la democracia de Pericles y, posteriormente, el derrumbe ateniense de la "Guerra de Peloponeso" bajo las espadas espartanas. 

             La tragedia nace en el siglo VI a.C. y tiene origen ático, ateniense, como una forma evolucionada de antiguas canciones corales que se recitaban en las celebraciones en honor al dios Dionisos en el transcurso de unas pocas fechas al año, auspiciadas por cada ciudad (“polis”). 

             La tragedia pone en escena grandes problemas humanos -el destino, la muerte, la angustia, la libertad, el poder de los dioses-, aparentemente ajenos a la vida cotidiana, en boca de personajes legendarios y divinidades, con un estilo y lenguaje elevado y solemne. 

             En la tragedia se ponían en escena hasta tres actores (un protagonista y otros dos, siempre ciudadanos varones, incluso para representar papeles femeninos) que solían vestir largas túnicas e iban descalzos o, en ocasiones, llevaban zapatos de tacón alto (los "coturnos"). Completa el grupo un coro que comenta, explica e interpreta la situación dramática (entre 12 y 15 personas que se sirven de la música de flauta para sus recitaciones, participando moderadamente de la acción). Quienes representaban en escena utilizaban también máscaras para dar imagen y voz a sus papeles. 

             Los tres autores más representativos de la tragedia griega, los tres clásicos por excelencia son Esquilo, Sófocles y Eurípides. 

Ø Esquilo 

            Esquilo obtuvo muchos premios en los certámenes y es literariamente valorado porque introdujo al segundo actor en escena, gustó de la escenografía espectacular, las obras tremendistas y tenebrosas, e impulsó la relevancia del coro. El tema esencial de sus obras, dotadas de un profundo sentido religioso, muchas veces en forma de "sermón", es la lucha del hombre contra el destino, la humillación humana ante el orden del universo (Zeus, los dioses, imponen su voluntad y justicia sobre los orgullosos y vanidosos mortales, lenta e implacablemente). 

Escribió unas 80 tragedias, de las que apenas quedan siete. De ellas destacamos: 

§  Los Persas: que cuenta la expedición del jactancioso Jerjes en el 480 a.C. y sus derrotas ante los valerosos griegos. 

§  La "trilogía" de la Orestíada, sobre los trágicos acontecimientos de uno de los "nostoi" posteriores a la Guerra de Troya: el drama del regreso del rey Agamenón, su muerte a manos de su esposa Clitemnestra y la venganza de su hijo Orestes sobre su madre y sobre el regente Egisto. 

Ø Sófocles 

             Escritor brillante y prolífico (autor de más de 120 tragedias de las que sólo nos quedan siete), destacó por ser el introductor del tercer actor y por dar a sus obras la predominancia del hombre sobre la idea, mejorando el argumento, el diálogo y la relación entre los personajes, así como dotando a los argumentos de sus primeras "escenografías". 

De Sófocles nos han quedado algunos argumentos de intensidad dramática inmensa como los desarrollados a través de sus protagonistas universales, hombres y mujeres dignos, también víctimas de un dolor intenso que se sufre con resignación y sólo se libera con la muerte. Personajes prototipo del infortunio ante la fatalidad que marca sus vidas. 

 Destacan tres obras que nos relatan el "ciclo de Edipo": 

§  Edipo rey: el rey de Tebas alejado hasta Corinto, que regresó a su ciudad, resolvió el enigma de la Esfinge, y sufrió el oráculo divino matando, sin saberlo, a su padre Layo y desposándose con su madre Yocasta. Conocida la verdad, Yocasta se ahorcará y Edipo se cegará con los broches de la mujer y quedará como un mendigo. 

§  Edipo en Colono: el antiguo rey, ya ciego, retirado y ayudado por su fiel hija Antígona. 

§  Antígona: gobernando el sucesor de Edipo, el rey Creonte, Antígona sepulta con dignidad el cuerpo de su hermano Polinices, desobedeciendo las órdenes reales. Antígona es detenida y emparedada viva en una cueva. Su hermana Ismene le presta todo su apoyo, y también su prometido, Hemón, hijo de Creonte. La catástrofe final acaba con el ahorcamiento de Antígona, poco antes de que llegue el perdón real, y el suicidio de Hemón y su madre. 

Ø Eurípides 


            Dijo Aristóteles que "Sófocles pintaba a los hombres como debían ser y Eurípides como eran realmente”. Tuvo un agudo sentido psicológico en sus obras, dotando de especial humanidad y veracidad de sentimientos a sus personajes y reflexionando sobre los auténticos problemas de conciencia de su tiempo. Concede nuevas versiones a las viejas historias, haciendo gala de modernidad y de racionalismo por su escepticismo ante la moral y religión tradicionales. Trata con especial atención los personajes de las mujeres y los esclavos, secundarios hasta entonces, dotándoles de un carácter cambiante y contradictorio. Gusta, sin embargo, de historias truculentas, violentas y de extrañas pasiones. 

De sus obras destacamos: 

§  Medea: la joven hechicera, hija del guardián del Vellocino de Oro, que ayuda a Jasón en su empresa, se enamora de él, le desposa y luego se ve abandonada por el héroe y decide vengarse matando a sus propios hijos. 

§  Hipólito: el hijo de Teseo, pretendido por la nueva esposa de su padre.

§  Andrómaca: la viuda del heroico troyano Héctor, se encuentra tras la guerra en manos de Neoptólemo, hijo del “pélida” Aquiles, angustiada por sus hijos ante las pretensiones homicidas de Hermíone, la nueva esposa de su dueño. 

3. Otros géneros y autores de la literatura griega  

 
 Teatro (comedia): 

Ø  Aristófanes, autor de Lisístrata, Las nubes, La asamblea de mujeres.. obras en las que parodia el afán por la guerra, el deseo de poder o a personajes famosos en su tiempo. 

Texto elaborado por María Francisca Gago, profesora de Literatura Universal de 2º de bachillerato. IES Juan de Mairena. Curso 2010-2011